«La Atalanta es un reloj que funciona perfectamente, ¿has visto los cambios? Nos estamos preparando». Claudio Ranieri sabe que tiene una plantilla incompleta, pero también sabe que no se quedará con las manos vacías en enero. Como cuenta La Gazzetta dello Sport en su versión web, el tema del mercado de invierno estuvo en el centro de la larga conversación londinense con los Friedkins y muchos otros que siguieron con el director deportivo Ghisolfi. La tranquilidad era clara: la Roma invertirá en enero siguiendo la línea de lo que ya siguió en verano. En la lista hay un cuadro subrayado varias veces, es el relativo al lateral derecho.
Hay un nombre que ya se buscó en verano («Estuve a un paso de la Roma», admitió hace unos días. ) y que podría llegar a un coste casi nulo. Se trata de Devyne Rensch, de 21 años y cuyo contrato expira en junio con el Ajax. Una buena perspectiva, pero también una fase defensiva a revisar. Por eso, a Ranieri también le gustaría un lateral más adaptado a su juego y sobre todo al difícil camino que le espera a la Roma en la Serie A. Por lo tanto, todas las miradas también están puestas en Italia, donde el seleccionador tiene en gran estima a Gabriele Zappa, que entrenó en Cagliari el año pasado. Tiene veinticuatro años, contrato también a punto de expirar y un precio accesible (alrededor de 4 millones) favorecido por la excelente relación con el presidente Giulini. Enrico Delprato, capitán y protagonista del Parma de Pecchia, cuesta un poco más. Un futbolista muy flexible, capaz de jugar tanto de lateral derecho como de central y que también gusta al Milan y a la Fiorentina.
La otra casilla a marcar es la relativa al ataque. Detrás de Dovbyk sólo está Shomurodov, que también gusta a Ranieri pero que hasta el momento no ha demostrado ser un jugador de la Roma. En los últimos días, de forma más o menos indirecta, Giacomo Raspadori se ha propuesto porque no encuentra sitio en Nápoles (también por la falta de partidos en competición europea) y no le gustaría perder su lugar en la selección. No se puede descartar la hipótesis de una cesión, ya que el club de Conte ciertamente no considera a la Roma una amenaza para el Scudetto.