Un entrenamiento le convenció para hacerle viajar. Aunque no será titular. Salida en la dirección de movimiento hacia el lugar: de Trigoria a Nápoles. Paulo Dybala fue convocado, viajó con el equipo y garantizó a Claudio Ranieri la máxima disponibilidad. Es muy poco probable que juegue más de 20-25 minutos. Pero es una muestra de implicación que el técnico agradeció cuenta este domingo el diario Corriere dello Sport.
Después de muchas charlas y demasiadas insinuaciones, Dybala intentará ayudar a la Roma en el peor momento de su experiencia en la capital italiana. Ya lo había hecho con Juric, sacando de su repertorio una jugada increíble ante el Torino, imagínense si no lo hará con Ranieri, que inmediatamente le prometió centralidad técnica. En público y en privado.
Hay quienes asocian la falta de empleo a la famosa cláusula, que obligaría a la Roma a renovar su contrato hasta 2026 al completar otros 7-8 partidos de al menos 45 minutos. Pero Ranieri fue claro («hago lo que quiero y se lo dije a los Friedkins»), garantizando que sus valoraciones se referirán exclusivamente a la estabilidad física del pétalo más brillante de la rosa.
Otro problema es comprender qué es lo que realmente esta frenando a Dybala, que, después del «problemita» – expresión de Juric – en la segunda parte del Roma-Torino del 31 de octubre, en Verona queda fuera y luego se evapora entre entrenamientos perdidos, pruebas medicas negativas y tensiones diversas. Desde el punto de vista clínico no existen problemas. Entonces medio Dybala es mejor que nada.