Claudio Ranieri, de nuevo al frente de la Roma, ha firmado un contrato hasta junio por valor de alrededor de 1,5 millones de euros, escribe La Gazzetta dello Sport, con bonificaciones vinculadas a la consecución de objetivos específicos del equipo.
La compensación, adecuada a la duración del trabajo temporal, refleja tanto la experiencia del técnico romano como la necesidad del club de contener los costes de cara a la próxima temporada. Si la aventura terminara positivamente, los Friedkins ofrecieron a Ranieri un posible puesto directivo en las oficinas de Trigoria, lo que le permitiría permanecer en el club a largo plazo.
La oferta, naturalmente, representa una oportunidad para ambas partes: para que Ranieri siga vinculado a un proyecto que le importa profundamente y para que la Roma aproveche su experiencia no sólo al margen, sino también en el ámbito directivo.
Una vez finalizada la temporada todo cambiará para la siguiente asegura por su parte el diario Il Tempo. El acuerdo tras seis meses no contempla de momento la posibilidad de Ranieri como entrenador, pero se le podría abrir un futuro como directivo, quizás como director del área técnica. Una opción que no disgustaría al técnico de Testaccino, que, sin embargo, quiere garantías y poder contar realmente para decir «sí».
Así surge el nombre del técnico del futuro, el que tendrá que intentar devolver a la Roma a lo más alto. El más popular sigue siendo el de Mancini con el que habló el club y que sin embargo dijo «no» a entrar en curso esta temporada. Un «no» que no fue el único, porque otros nombres «elite» buscados por los Friedkins en los últimos días (pero no los únicos), no aceptaron la responsabilidad de enfrentarse a una Roma tan mal colocada en la carrera.
Para el ex seleccionador italiano, que acaba de regresar del desierto saudí, se espera un contrato de tres años, pero todavía hay tiempo para decidir. De momento la prioridad es recuperar a la Roma, a cuatro puntos del descenso. ¡Y eso no es poca cosa!.
La vuelta por tercera vez de Ranieri empezó a gestarse el lunes por la tarde, cuando Don Claudio, fue llamado por los Friedkins, y voló a Londres. En un hotel no lejos de la sede inglesa del Grupo Friedkin, en la zona de Mayfair, tanto Dan como Ryan conversaron largamente con el entrenador, quien pidió garantías específicas para aceptar volver a entrenar después de dejar Cagliari en junio.
Garantías no relacionadas con el salario. De hecho, Ranieri espera una figura directiva que pueda apoyarlo y plenos poderes sobre la gestión del vestuario (incluido el tema Dybala). Al ex entrenador del Leicester también se le ha garantizado moverse en el mercado de fichajes en enero asegura por su parte el diario Leggo.
El apretón de manos final llegó este miércoles en la tarde, hoy llegará el comunicado de prensa y en la tarde Ranieri dirigirá la primera sesión y abrazará nuevamente a Pellegrini, Cristante y El Shaarawy, a quienes ya había entrenado en 2019.
