El mercado de fichajes de verano, que cerró para la Serie A el 30 de agosto y en casi toda Europa el 2 de septiembre (sigue abierto en Turquía y en otros torneos «menores»), al menos en lo que se refiere al dinero invertido en fichajes internacionales, ha puesto la Serie A en una posición destacada en la escena internacional.
Se sigue lejos de Inglaterra, pero se ha redescubierto la posibilidad de ir a comprar al extranjero, gastando también importantes cantidades de dinero, como lo demuestran las operaciones realizadas, por ejemplo, por el Milan (Morata, Fofana, Emerson Royall y Pavlovic), por el Nápoles ( Lukaku, McTominay, David Neres y Gilmour), de la Juventus (Douglas Lutz, Khéphren Thuram y la costosa cesión de Francisco Conceição) y de la Roma (Dovbyk, Le Fée, Kone, Dahl y Abdulhamid más la compra de Angeliño). El traspaso de Arten Dovbyk del Girona a la Roma se ha convertido en el tercer fichaje más caro de la Serie A este verano.
El informe publicado ayer por la FIFA en su sitio web no deja lugar a dudas cuenta La Gazzetta dello Sport: Italia ocupa el segundo lugar en términos de gastos de mercado a nivel global, ya que los clubes italianos han invertido algo menos de 750 millones de euros es decir, casi el doble de lo que recibieron de los jugadores salientes: 384 millones de euros.. Cifra sólo superada por los clubes ingleses que gastaron bastante más en refuerzos (más de 1.500 millones de euros).
De hecho, el gasto de la Premier League representa más de un tercio de todas las tarifas de transferencia gastadas durante la ventana de transferencias de verano, que en conjunto ascienden a alrededor de 5.800 millones de euros.