«Stone»: lo llamaban en inglés, piedra. Más capacidades: pasando de 55 mil en la versión inicial a 60 mil. Así también más aparcamiento. Luego, un sistema ‘green’, acústicamente aislado, cuya estructura arquitectónica interna recordará el Coliseo con sus grandes arcos cuenta Il Messagero.
Y una inversión que va creciendo: pasa de los 535/560 millones de euros de la versión inicial a los 960 millones actuales. En la base de este aumento tan significativo de los costes, que fácilmente alcanzarán los mil millones de euros de aquí a la inauguración de las obras, se encuentra un aumento de la calidad de los materiales utilizados para construir la futura casa Giallorossi.
El elemento icónico más esperado e innovador es el del diseño interno de la instalación, el primer aspecto que llama la atención es la asimetría de las dos curvas: la Norte tiene una esquina más pequeña, más parecida a la del Estadio Olímpico. Por el contrario, la Sur tiene un rincón estrecho que, combinado con el tamaño global del sector – 23 mil plazas – lo convertirá en una especie de «muro» amarillo-rojo. Un muro muy impactante.