De un total de 27 convocados para el inicio de la preparación de verano (a la que hoy se suma Le Fée), Daniele De Rossi tuvo que llamar a 13 jugadores jóvenes, muchos de los cuales no formarán parte permanente de la plantilla del próximo año, escribe Gianluca Lengua en Il Messaggero.
Se trata de chicos de la Primavera y demas categorías inferiores como Mattia Almaviva, el chico al que Francesco Totti entregó simbólicamente el brazalete de capitán en 2017. Por otro lado, para iniciar los entrenamientos deportivos el próximo 7 de julio a la espera del regreso de las selecciones, el técnico no podía haber hecho otra cosa. A la espera de la llegada hoy del ex jugador del Rennes, los jugadores que efectivamente tendrán presencia en el primer equipo la próxima temporada, si el mercado lo permite, son sólo ocho: Abraham, Angeliño, Baldanzi, Bove, Dybala, Smalling y Svillar. En la lista de «grandes jugadores» faltan Boer, Darboe y Solbakken: el primero es actualmente el portero suplente, mientras que los dos últimos pronto encontrarán acomodo. Además, se suman los que el año pasado estuvieron en el equipo Primavera y ahora han dado el salto al fútbol profesional. Como Joao Costa, un atacante de diecinueve años que disputó tres partidos en la Serie A con De Rossi.
También están Pagano y Pisilli, quienes completaron su carrera en la cantera y están listos para competir definitivamente con el fútbol que cuenta. De momento el centrocampista del Tívoli suma cuatro apariciones en la Serie A y tres en la Europa League (todas con Mourinho), mientras que Pisilli sólo suma dos, también con la Special One. Luigi Cherubini también se jugará sus posibilidades de quedarse en Trigoria, recién llegado de su renovación con la Roma tras estar muy cerca de la Juventus en enero. Un quiste en la rodilla bloqueó la transferencia y encontró la motivación para convencer a los Giallorossi de ofrecerle un contrato hasta 2027.