A casi una semana del inicio de la preparación de verano, escribe Stefano Carina en Il Messaggero, la Roma sigue igual. De hecho, Spinazzola, Rui Patricio, Lukaku, Azmoun, Llorente, Sanches, Kristensen y Hujisen ya no forman parte de la plantilla que jugó la temporada pasada. Entre contratos no renovados, prestamos que terminan y traspasos, De Rossi pierde a 8 jugadores, con Solbakken, Kumbulla, Shomurodov y Darboe, que vuelven pronto pero (el único que podría quedarse es el defensor) listos para hacer las maletas.
Por ahora, el director deportivo Ghisolfi ha realizado pocas operaciones: Belotti fuera, Angeliño rescatado y presión sobre Le Fée. El centrocampista es el primer objetivo del centrocampista: la Roma ha elevado su oferta al Rennes de 15 a 18 millones, a los que añadiría las bonificaciones habituales. Con el sí del futbolista ahora parece cuestión de días. Pero también son horas para intentar atacar otros dos objetivos: Bellanova y Chiesa. El fracaso de Italia en la Euro no puede dejar de repercutir en la valoración de ambos jugadores. Aunque Ghisolfi ha lanzado otros ganchos (sobre todo el de Riquelme del Atlético de Madrid), está claro que si hay un momento para intentar la estocada es este. Porque entonces la dinámica del mercado es extraña y un par de goles en un amistoso podrían ser suficientes para que la valoración vuelva a subir.
Lo mismo ocurre con Bellanova: el jugador de intercambio ofrecido por la Roma, Zalewski, regresa de una Eurocopa como titular y en su documento de identidad tiene dos años menos. Factores que podrían/deberían reducir la brecha de equilibrio a favor del club de Cairo. En Argentina (a pesar de que el nombre recibió una tibia negación por parte de Trigoria) están seguros de que hay interés en el defensa Valentini de Boca Juniors. El central no juega desde el 10 de abril, tras negarse a renovar su contrato con los Xeinezes.