Cada directivo propone, o incluso impone, sus hombres de confianza. Por eso no debería sorprendernos que Florent Ghisolfi, el nuevo responsable del área técnica de la Roma, quisiera llevar consigo desde Niza a su más fiel colaborador: se llama Simone Ricchio, tiene 32 años y nació, he aquí, en Roma. Ricchio obtuvo en febrero su licencia de director deportivo, tras completar con éxito el curso al que también asistió Gigi Buffon, y podría ocupar precisamente ese puesto en el organigrama de la Roma asegura este domingo Corriere dello Sport.
Es un movimiento que ayuda a respetar las reglas. Como Ghisolfi es extranjero, no puede inscribirse en el cargo de director deportivo, que sin embargo no debe quedar vacío. Ricchio será, de hecho, un valioso sustituto para Ghisolfi. Se ocupará del mercado de fichajes pero también de la gestión de los activos internos, con la vista puesta en el sector juvenil que actualmente se encuentra sin orientación tras la marcha de Gianluca Gombar.
Sin embargo, es posible que la reestructuración de la plantilla de Trigoria no haya terminado: el futuro de Daniele Placido, uno de los directores más activos de las inferiores, contratado en septiembre tras la dimisión de Vincenzo Vergine, aún es incierto