La era de Florent Ghisolfi ha comenzado oficialmente. Después de meses de investigaciones y conversaciones sobre el eje Roma-Los Ángeles, sede de Retexo de Charles Gould, el club Giallorossi ha hecho oficial al sucesor de Tiago Pinto, escribe Marco Juric en La Repubblica. El francés, de 39 años, será el nuevo «director del área técnica». Desde Francia traerá a un par de sus hombres de confianza que formarán parte de su staff: Josè Fontes que será su adjunto, junto a Ian Capasso y Martino Tenconi. Tendrá un papel muy importante en el club y reportará directamente a Friedkin y al CEO Souloukou. ¿Pero quién es el nuevo director deportivo de la Roma? Exfutbolista profesional, tras colgar las botas, Ghisolfi optó inicialmente por el camino del entrenador.
Durante dos años, de 2014 a 2016, entrena al Reims femenino y al mismo tiempo forma parte de la plantilla del equipo masculino. Al año siguiente pasó al PSG, siempre femenino, para pasar al Lorient en 2017 como segundo entrenador del club. Dos años más tarde, Ghisolfi pasó de ser un hombre de campo a un gerente detrás de un escritorio. Su suerte. La carrera del directivo sufre un punto de inflexión. En Lens entra inmediatamente en el fondo de las decisiones más importantes a nivel deportivo, empezando por la elección del entrenador. Ocho meses después de su llegada al Lens eligió a Franck Haise que llevó al club al ascenso a la Ligue 1.
Un resultado conseguido construyendo una plantilla con jugadores desconocidos pero de gran calidad, pilares del actual Lens que disputó la Liga de Campeones esta temporada. El primer punto importante para la familia Friedkin a la hora de elegir a Ghisolfi fue la búsqueda de jugadores. En el club francés creó desde cero el departamento de scouting. Con un presupuesto modesto, logró llevar al equipo de la Ligue 2 al segundo puesto de la primera división francesa en tres temporadas. Pero la mayor cualidad fue la «pesca» desde las ligas menores. Con las ganancias de capital relacionadas sobre Wooh y Clauss obtenidas al final de los años del contrato. Sólo tres ejemplos: Badé, revendido por un total de 40 millones. Con él se hace mercado y también nos fijamos en otros factores más allá de los que traza el algoritmo. Valores humanos, familia, idea de juego y propuesta futbolística.
