Tres meses de búsqueda, reuniones, entrevistas y análisis para encontrar el perfil adecuado para comenzar el nuevo curso junto a De Rossi. Y ahora la Roma parece haber elegido definitivamente al primer director deportivo de la era Friedkin. Ayer también llegaron confirmaciones desde Niza: Florent Ghisolfi parece ahora muy cercano a la Roma. Después del casting que duró varios meses, los propietarios de la Roma se inclinan ahora por confiar la dirección técnica al actual director del Nizza del italiano Farioli. El nombre de Ghisolfi encontró el aprecio de los Friedkins, reflejando los principios del modelo que los propietarios quieren seguir en el futuro: una Roma competitiva pero al mismo tiempo sostenible.
Ghisolfi, excentrocampista de 39 años con once apariciones en la Ligue 1 entre Bastia y Stade Reims, tras retirarse comenzó su carrera primero como segundo entrenador en Reims y Lorient antes de decidirse a embarcarse en la aventura de director deportivo: en 2019 asumió el rol de coordinador técnico y de mercado en Lens, luego a partir de 2022 ocupó el rol de director deportivo logrando excelentes resultados. Ghisolfi es hoy uno de los directores noveles más interesantes del panorama europeo asegura este jueves Corriere dello Sport.
Como también informan los medios franceses, la directiva Giallorossi (Friedkin y Souloukou) se reunió dos veces con Ghisolfi en las últimas semanas: el modelo de gestión y coordinación del sector deportivo propuesto por el directivo encontró un consenso positivo por parte de la Roma, que valoró primero el papel recibido del francés en el crecimiento del Lens, al que llevo de vuelta a la Liga de Campeones, luego en el del Niza, que ahora pelea por clasificarse para las eliminatorias de la próxima Liga de Campeones. Entre los principales éxitos de Ghisolfi en Lens se encuentran Fofana, Openda, Clauss y Danso: jugadores que devolvieron al equipo francés a la Liga de Campeones después de 20 años, y que también aportaron importantes plusvalías a nivel económico.
Salvo giros sensacionales y, por tanto, nuevos outsiders, los Friedkins se inclinan por elegir a Ghisolfi como su jefe. Esto no excluye la posterior inclusión de un director técnico que pueda acercarse a De Rossi para ayudarle en temas sobre el terreno de juego y hacer el trabajo de enlace entre el equipo y la dirección.