«Daniele De Rossi no me sorprende en absoluto. Antes de convertirse en entrenador, en una entrevista hablé de que tenía el corte perfecto para ser entrenador. Ya lo era en el campo, lo es por su forma de actuar. Habla, por su forma de expresarse. Ayer demostró que no sólo es un buen entrenador, sino también un gran gestor de grupo, un líder, sabe hacer las cosas y sabe gestionar bien el estrés en una situación tan difícil. » Dice a los micrófonos de Radio Anch’io Sport en Rai Radio 1 Zbigniew Boniek tras el Udinese-Roma y sobre el comportamiento del entrenador en el campo tras la enfermedad de Ndicka. «No podría hacer una comparación con mis entrenadores del pasado, tuve la suerte de tener a Trapattoni, luego a Liedholm y a Eriksson, un muy buen entrenador en el campo, luego tal vez pensamos de manera diferente fuera de él.
Luego, el ex jugador de la Roma subraya: «El fútbol suele dividir, pero ante estos problemas vi una unión verdadera, sincera, extraordinaria, sin especulaciones. Me alegré de que el fútbol no se trata sólo de quién es mejor que el otro, sino de también solidaridad cuando estaba viendo el partido y vi a Ndicka en una camilla, con el pulgar levantado, tuve un destello en el primer tiempo cuando lo golpearon con un codazo loco y allí también se desplomó, tocándose el lado izquierdo en el pecho entre las costillas. Esperaba que fuera este trauma el que le había causado problemas respiratorios, esperaba que no fuera un infarto. Hoy tenemos noticias tranquilizadoras».