Ellos son los intocables, están ahí y brillan con luz propia. Solos son fuertes, juntos más. Un poco como las siete colinas de Roma, que son parte integral de la historia, amadas por los romanos y que tenían su atractivo incluso fuera del Imperio escribe Lorenzo Scalia en el Corriere dello Sport.
Sí, Daniele De Rossi tiene siete pilares en su equipo: Mancini, Cristante, Paredes, Pellegrini, Dybala, El Shaarawy y Lukaku. El técnico, desde que se hizo cargo de la Roma, ha dejado claro quien importa para el presente y el futuro. Aunque en este momento no existan certezas. DDR parte de una suposición: sabe que no es sólo un hombre al mando. O mejor dicho: sabe que puede apostar fuerte por estos siete jugadores para ganarse la permanencia. Permanencia que pasa del cuarto puesto que abre las puertas de la Champions a la Roma. Como resultado, llegará un nuevo contrato a su escritorio.
Mancini es el faro de la defensa: no se toca, luego N’Dicka, Llorente, Smalling y Huijsen pueden correr a su lado. Capítulo del mediocampo. Cristante, Paredes y Pellegrini forman el tríptico de los sueños. Además. No han tenido competencia desde que De Rossi asumió el mando.
El argentino y el capitán, de lejos, han subido de nivel. Los datos visibles se reflejan en goles y asistencias. Pero los datos «invisibles» importan mucho más: Pellegrini, por ejemplo, está teniendo un desempeño en este momento de la temporada al mismo nivel que Calhanoglu, Samardzic, Rabiot y Barella. La cima del campeonato. Vea pases clave por partido (1,7), pérdidas de balón (1,5), pero también regates exitosos (1,3) y contribución defensiva (0,9 intercepciones).
Un argumento similar se aplica a Dybala, El Shaarawy y Lukaku, una mezcla de clase y poder. No es casualidad que si estos elementos están bien, siempre salgan al terreno de juego. Prácticamente nunca rotan, lesiones, suspensiones y descansos programados al margen. No es sólo una cuestión de confiabilidad o reconocimiento. Los Siete Magníficos son indispensables para el juego que DDR planea desarrollar.
Daniele De Rossi tiene su futuro en sus manos. Desde Lecce en adelante. Sólo hay una misión: superar al Bologna en la clasificación para volver al torneo más prestigioso de Europa. Por eso, si es reconfirmado para la próxima temporada -y la Roma cobra el dinero de la Champions- pedirá volver a tener a sus pilares en la plantilla.