En un clima de cordialidad, como quiso subrayar el club Giallorossi, el abogado Lorenzo Vitali fue escuchado por la fiscalía de la FIGC sobre el hecho que se remonta al pasado mes de noviembre y que luego salió a la luz hace dos semanas. La Roma confirmó en la audiencia que actuó correctamente en el asunto, precisando que se están llevando a cabo investigaciones para comprender quién está detrás de lo que el club considera ataques contra el club y la directiva asegura este sábado el Corriere dello Sport.
La línea de Roma hasta ahora es completamente diferente a la de los abogados de los empleados despedidos, no sólo por el despido sino también por la difusión del vídeo en cuestión. Pero, efectivamente, ahora en Trigoria están dispuestos a investigar para entender quién está detrás de los presuntos ataques al club, y por ello la Roma también está haciendo uso de una importante investigación penal para perseguir cualquier conducta incorrecta.
La confianza en el trabajo de la justicia deportiva y ordinaria se filtra desde el club. Así que luego de escuchar a la ex empleada y recabarse otros testimonios, ayer le tocó el turno al abogado Vitali, quien había firmado la carta de despido. Es posible que en las próximas audiencias participen algunos jugadores del sector juvenil para intentar arrojar luz sobre el hecho de que las partes se oponen cada vez más a sus respectivas versiones.
Por otra parte la investigación de la Fiscalía Federal sobre el «Sex Gate» en Trigoria continúa. Después de escuchar – el lunes pasado – a los dos ex empleados protagonistas del vídeo, este viernes por la mañana fue Lorenzo Vitali, jefe del «equipo jurídico» Giallorossi, quien se sentó frente al fiscal Giuseppe Chinè cuenta La Gazzetta dello Sport.
La audiencia de Vitali, acompañado por el abogado Antonio Conte, comenzó poco después de las nueve de la mañana y duró aproximadamente una hora. Chinè, además de reconstruir el asusnto sobre la difusión del vídeo, quiso conocer la dinámica que empujó a la Roma a despedir a los dos chicos.
En la carta con la que se dio por terminada la relación laboral -entregada personalmente por Vitali- el club se refirió explícitamente al vídeo, que de ninguna manera debería haber sido visto ni utilizado como justa causa en un despido.
Incluso frente a Chinè, la Roma reiteró que fue víctima de un ataque destinado a desestabilizar el club (para saber quién estaba detrás decidió recurrir a una importante investigación criminal).