Una gran sonrisa en el rostro después de nueve meses de pesadilla, entre trabajo, tristeza, coraje y fuerza de voluntad. Pero hoy Tammy Abraham finalmente puede volver a sentirse como un jugador de pleno derecho y disfrutar del ambiente de equipo que había abandonado desde que se rompió el ligamento cruzado en junio.
El delantero inglés se ha entrenado esta mañana parcialmente en grupo por primera vez desde su lesión, gestionando las cargas de trabajo pero dando ese último paso que le ha permitido dejar atrás definitivamente la lesión cuenta el periodista Jacopo Aliprandi del Corriere dello Sport. Así que aquí está Tammy en el campo, entre los abrazos de sus compañeros, el de De Rossi que no ve la hora de utilizarlo en el campo y de todo un cuerpo médico que nunca lo ha abandonado en los últimos meses solo preparándolo para su regreso.
Abraham alternará el trabajo con el grupo y de forma individual en los próximos días para evitar sobrecargas y, por tanto, nuevas paradas. El objetivo es tenerle en el banquillo (para una verdadera convocatoria, no como Sassuolo) ya sea en el partido contra la Lazio el 6 de abril, o cinco días después en el derbi europeo contra el Milán en San Siro.