Una hora y media en tren y luego todos descansaron. Había una necesidad, con un compromiso tras otro, hasta el punto de que De Rossi había lanzado un viaje de un día sin estrés: salida por la mañana en un vuelo chárter, elección determinada por los problemas de tráfico en la línea ferroviaria el domingo por la mañana, y regreso en tren inmediatamente después del partido. Cocinado y comido al estilo Luis Enrique. A partir de hoy, con el entrenamiento de descarga en Trigoria, la Roma ya tendrá que concentrarse en Brighton, sin pensar en participar en un viaje de turismo: el 4-0 conseguido en el Olímpico es muy tranquilizador, pero entrenadores como De Zerbi no son de fiar cuenta Roberto Maida en el Corriere dello Sport.
Y luego las gaviotas inglesas ganaron ayer un partido muy importante en la liga, 1-0 contra el Nottingham Forest, relanzandose en cuanto a clasificación y estado de ánimo, a pesar de una gran rotación: siete titulares diferentes respecto al Olímpico. De Rossi, en cambio, sólo tocó tres piezas del rompecabezas en Florencia, al menos en la fase inicial. Lo logró gracias a los cambios realizados el jueves en la segunda parte (Dybala primero). Pero está claro que serán necesarios algunos cambios en la alineación, porque la plantilla es numerosa y también hay que explotarla en términos de frescura. Por ejemplo, la exclusión de Pellegrini, que fue al banquillo en Florencia porque no estaba en su mejor momento, también pensando en el Brighton.
Lo mismo ocurre con Celik, que había gastado mucho el jueves en Europa: después de la larga inactividad no estaba en condiciones de jugar otro partido a mil millas por hora a 72 horas. Sin embargo, ambos volverán al once inicial en Brighton, probablemente junto con Spinazzola, que fue un factor muy valioso en la victoria en el partido de ida. De Rossi evaluará las condiciones de los jugadores y luego decidirá, teniendo en cuenta también el próximo partido contra el Sassuolo, que podría ser igualmente complicado. Si no más.