Noche húmeda, noche de suerte, dijo alguien en Trigoria, bromeando sobre el clima. Y de hecho ayer llovió durante todo el día, pesando sobre los campos y haciendo que el entrenamiento final fuera más traicionero de lo previsto. Sin embargo, ningún jugador se detuvo, nadie, a pesar de los muchos compromisos en este momento y, por lo tanto, de las piernas un poco menos ligeras, dio menos de su máximo cuenta Jacopo Aliprandi en el Corriere dello Sport.
Al fin y al cabo, todo va tan bien en este momento que los jugadores se lanzarían al fuego por Daniele De Rossi. Ganar este domingo también significaría un cambio en el rendimiento ante los grandes equipos, auténtico talón de Aquiles de la Roma en las últimas temporadas. Porque si es cierto que el equipo ha tenido muchas lesiones a lo largo de estos meses y que nunca ha sabido afrontar los grandes retos con la mejor plantilla, también lo es que la diferencia con sus rivales directos en Europa siempre ha sido importante a lo largo de noventa minutos. En los nueve partidos contra los ocho primeros del campeonato, la Roma sólo logró sumar cinco puntos. Así que cinco de veintisiete: no mucho, muy poco.
De Rossi está estudiando las mejores soluciones para dar un punto de inflexión también a esta tendencia después de la buena actuación realizada – pero aún que termino en derrota – contra el Inter, el único gran equipo al que se ha enfrentado hasta ahora en la Serie A. Uno de los principales problemas de la Roma en los grandes partidos fue sobre todo la dificultad para marcar goles. Sólo ocho antados, mientras que dieciocho se permitieron. Pero es un valor que puede revertirse ya a partir del partido de este domingo, considerando el desempeño ofensivo del equipo en los últimos cincuenta días. Veintiséis goles marcados en los últimos diez partidos entre el campeonato y la Europa League: una media de 2,6 goles por partido. Cifras increíbles, que cobran aún más importancia si las comparamos con el resto de Europa: sólo Liverpool (36), Arsenal (31) y Manchester City (27) han marcado más que la Roma de De Rossi entre las cinco grandes ligas.