Abel Balbo abre el cajón de los recuerdos. El exdelantero argentino concedió una entrevista al diario ‘La Stampa’ en la que habló de su aventura con los Giallorossi y obviamente de Francesco Totti.
El Inter le llamó. «Cené en casa de los Pellegrini con Mariottini, que entretanto se había convertido en entrenador nerazzurri, y llegamos a un acuerdo sobre todo. Al final me pidieron que les autografiara un papel y luego descubrí que era necesario para la escritura. «La prueba de la esposa del presidente. No la pasé, eligieron a Pancev y me convertí en el primer fichaje de Sensi en la Roma. A partir de ese día cambié mi firma».
Vio nacer a la estrella Totti. «Claro talento, ya andaba en el primer equipo: recuerdo que en un derby entró en la segunda parte y con un gran regate genero un penalti. Al año siguiente encontró más espacios y cuando Fonseca se lesionó se convirtió en mi gemelo. No necesitaba enseñanzas, no las necesitan los campeones, solo le di un poco de tranquilidad. Después de la recuperación de Daniel, estaba presionando para que jugáramos los tres, pero Mazzone no nos escuchó».
¿Recuerdos de sor Carletto? «Muy bueno a nivel táctico, brusco sólo en apariencia, franco: después de una derrota contra el Cremonese, en el vestuario, me gritó delante de todo: ‘Datte na svejata'».
Al cabo de un año regresó a Roma. «Se ficharon a Batistuta, estaban Totti y Montella, sobre todo necesitaban un hombre de vestuario. Me eligieron como miembro y acepté con entusiasmo: es demasiado lindo volver a acariciar el sueño del campeonato».