Como siempre, los medios de prensa tienen que vender, tienen que crear interacciones en redes sociales y ganar seguidores. Factores importantes para ganar dinero -lógicamente- y eso es algo que se respeta, pero vamos con calma. A día de hoy, 3 de octubre del 2023, ya la Roma tendría seguro su próximo entrenador, el encargado de llevar adelante al equipo en una etapa nada sencilla: la etapa «post José Mourinho”.
Según varios medios, Antonio Conte sería el elegido por los Friedkin, esos mismos que llevan ya un tiempo en la Roma, que no hablan, que se mueven en el más absoluto silencio y que, como paso con Mourinho, dan las noticias cuando hay que darlas. ¿Un ejemplo? El anuncio del fichaje del mismísimo José Mourinho: una mañana de verano me desperté con la noticia, empecé a saltar de sorpresa y emoción, porque nadie se lo esperaba. Quizás solamente algún que otro romanista muy optimista.
Por ello, comenzar hablar de Conte en octubre no parece tener mucho sentido. ¿Por qué? Son varias las razones. Comencemos por los hechos: primero, los Friedkin creen absolutamente en la palabra dada y en el respeto de los compromisos cerrados. Por ello, salvo catástrofes y como dijo el propio José, él mismo luso será quien termine la temporada. Y ojo: solo Dan y Ryan Friedkin pueden despedirle, rompiendo así con el pasado cuando los Monchi o Sabatini tenían el poder de decir sobre el futuro de los entrenadores.
Luego los norteamericanos dueños de la Roma creen en el mejoramiento y en el rendimiento. No toman una decisión apresurada. Claro está: pueden fallar y cambiar los contextos. Pero si miramos el pasado encontramos pistas. La primera conduce a Lorenzo Pellegrini, capitán de la Roma, romano y romanista, que renovó su contrato con el club, faltando solo unos meses para el final del mismo (y a pesar de los reclamos continuos de Mourinho sobre este hecho). También pasó así con El Shaarawy o con el propio Smalling incluso es algo que podría pasar también con el propio Pinto o Spinazzola.
Por lo tanto, ¿quién podría negar que en marzo no se puede estar hablando incluso de la renovación de Mourinho? Claro, dependerá de los objetivos y de ver si Mourinho desea seguir liderando el proyecto y lidiando con los problemas que genera el FFP (que por lo visto, van a seguir estando sobre la mesa). Claro, tampoco se puede descartar que los Friedkin, siempre previsores, estén mirando al más allá y pensando en qué pasará si Mourinho se marcha. Pero pasar de eso a asegurar ciertas cosas en octubre, mínimo podría decirce que es «algo prematuro».
Otra razón seria para cuestionar estas noticias es la economía de la Roma, sumado al asunto famoso y molesto del FFP. ¿ Conte aceptará ir a Trigoria con estas condiciones? Antonio es bastante exigente con el tema de los fichajes y se queja (como es normal hasta cierto punto) tanto o más que el mismo Mou. Sumado a que rara vez termina un contrato…
«Veremos», dijo el ciego.
