«Todo lo mal que pase con Renato Sanches tendrá un solo culpable: Tiago Pinto«. Una pegadiza frase que llego al corazón de quienes aman a los ejecutivos con personalidad y coraje y que hizo que quienes hubieran querido más seguridad en torno al crucial rol del de centrocampista se rebelaran, escribe Marco Juric en La Repubblica. «No somos su Football Manager personal» es la principal crítica dirigida al director general por parte de los aficionados de la Roma, preocupados por el historial médico del centrocampista portugués.
Pinto lo calificó como una obsesión «que creo que lo vamos a lograr gracias al cuerpo técnico y médico«, pero de momento parece una auténtica apuesta. Veinticinco minutos ante el Salernitana bastaron para que el portugués sufriera una nueva lesión en el cuádriceps. Los trabajos de recuperación continúan en Trigoria y el objetivo es verlo nuevamente sobre el terreno de juego ante el Empoli cuando se reanude el campeonato. Pero las dudas en torno a su fortaleza física persisten y son preocupantes si se las compara con la constancia ofrecida a quien reemplazó.
Matic disputó 50 partidos con la Roma el curso pasado, mientras que Sanches sufrió cinco lesiones musculares que le hicieron perderse prácticamente la mitad de la temporada (111 días). Un ir y venir con la enfermería que le acompaña desde hace siete años: poco más de 25 partidos de media por temporada entre PSG, Lille y Bayern de Múnich. El último año como protagonista fue en 2016 con el Benfica (47 partidos), culminando con la victoria de la Eurocopa con la camiseta de Portugal.