Dos días libres. Los últimos de verdad, sin partidos oficiales de por medio, antes de una temporada que tendrá muy pocas pausas. Tras el amistoso de Tirana, que cerró la pretemporada de la Roma con una viaje en el tiempo, la Roma volvió a Italia por la noche y Mourinho dio a los jugadores cuarenta y ocho horas de descanso cuenta Corriere dello Sport. Obligatorio para descansar, relajar y recargar pilas.
El martes por lo tanto será el primer entrenamiento de la semana de cara al debut del domingo por la noche en el Olímpico ante el Salernitana en la Serie A. En el debut ligero como ya se saben no estarán Pellegrini y Dybala, sancionados. Pero el argentino todavía tiene prisa por volver a entrenar con sus compañeros.
Habiendo perdido a su amigo Matic, y esperando a Leo Paredes, que quizás le haga sentir nostalgia, Dybala está centrado en recuperarse de la sobrecarga muscular que le obligó a salir ante el Toulouse. En estos días Paulo siempre ha marcado la diferencia también porque al no estar disponible para el primero no tenía sentido forzar. Pero ayer, mientras sus compañeros estaban en Albania, él estuvo entrenando en Trigoria.
‘La Joya’ permaneció en la capital sin realizar demasiadas cargas de trabajo y estará a disposición de José Mouriho a partir de la segunda jornada del campeonato ante el Verona. El campeón del mundo había tranquilizado a todo el mundo en Trigoria tras el partido contra el Toulouse y no hubo necesidad de realizarle exámenes médicos según informo ANSA.