El Grupo Friedkin sigue apostando por el mundo del fútbol tras la adquisición de la Roma, que se produjo en el verano de 2020. Ahora ya no poseen solo los amarillos y los rojos: según informa el conocido diario The Athletic, los propietarios del club de la capital italiana han cerrado la compra de Cannes (empresa en clara recuperación tras las dificultades financieras que salieron a la luz hace diez años) tras una negociación que se prolongó durante más de un año. Por lo tanto, está hecho para el desembarco de Friedkins en el fútbol francés.
El Cannes, es un histórico club fundado en 1902 con un breve pasado glorioso y dos participaciones en la Copa de la Uefa, ahora es tercero en el grupo tres del campeonato Nacional, la quinta serie transalpina y guiado por la presidenta Anny Courtade.
A diferencia de la Roma, en este caso el verdadero negocio poco tendría que ver con los objetivos deportivos. La Association Sportive de Cannes -nombre completo del club- tiene las concesiones para desarrollar un atractivo proyecto inmobiliario en unos terrenos municipales. Estadio, ciudadela deportiva y de construcción, el modelo seguiría el iniciado por Niza, no lejos de Cannes y una zona frecuentada a menudo por Ryan Friedkin, hijo de Dan y vicepresidente de Roma.
Francia es también el país donde el banquero Alessandro Barnaba, asesor de confianza de Dan y Ryan, tuvo un paso por el Lille. Sin embargo, esta nueva posible inversión de los Friedkins no parece en modo alguno ligada a Roma. Es difícil imaginar, al menos hasta la fecha, una colaboración desde el punto de vista deportivo entre ambos clubes.
Los Friedkins también podrían expandirse en Bélgica y también estarían interesados en comprar Courtrai, el Kortrjik flamenco, donde desde enero a junio jugó cedido el Giallorossi Bryan Reynolds