Será un verano de mucho trabajo y muy largo para el mercado entrante de Roma. Sobre todo en las negociaciones que conciernen al delantero centro, que es el recambio de Abraham. Se necesita un jugador que ocupe el lugar del lesionado delantero centro inglés, por lo tanto un titular que pueda garantizar los goles de la primera temporada del ex Chelsea y aumentar el nivel de calidad de un departamento que solo anotó 29 goles de los 50 totales en el campeonato que acaba de finalizar (noveno ataque del campeonato).
Al club no le faltan ideas, mientras que el dinero es el factor determinante -como en todos los clubes de la Serie A- para llevar a buen puerto las operaciones. La Roma se toma en serio a M’Bala Nzola. El delantero de veintiséis años (veintisiete en agosto) ha marcado 15 goles en 33 partidos esta temporada y le siguen desde hace tiempo Mourinho y Pinto. Tras el partido del pasado domingo ante el Spezia hubo un nuevo contacto entre las directivas de la Roma y el Spezia: los contactos han comenzado, el jugador quiere salir y las cifras de negociación no son prohibitivas. De ocho a diez millones, sin la inclusión en la negociación de Shomurodov que ha decepcionado y gana demasiado en estos meses de cesión.
La negociación continuará, pero la Roma también está monitoreando otras pistas mientras tanto, siempre buscando soluciones de bajo costo, al menos en el precio. Una idea era la ligada a Firmino, luego rechazado para un compromiso importante, luego Arnautovic que no convence del todo sobre todo por la edad (va por los 35) y las numerosas lesiones que le han parado esta temporada. El nombre que gusta a los aficionados es el de Mauro Icardi. Regresará al PSG tras la cesión al Galatasaray que le hizo renacer y busca nuevo acomodo. En Argentina están seguros de que la Roma lo está intentando, aprovechando además las buenas relaciones entre Friedkin y Al-Khelaifi que hace un año favorecieron el traspaso a la capital italiana de Gini Wijnaldum. El argentino de treinta años gana mucho (pero está el decreto de crecimiento) y su contrato vence en 2024.
De momento es una idea, como lo fue la de Álvaro Morata. Pulverizada por la lesión de Abraham. El delantero centro inglés estaba destinado a dejar la capital este verano para recaudar dinero y centrarse en un nuevo delantero cuenta Corriere dello Sport. La Roma habría invertido buena parte de los millones obtenidos con su venta en otro delantero, y una idea fue Morata.
Incluso se habrían dado contactos entre las partes en las últimas semanas y la aprobación al jugador (gran amigo de Dybala, quien es padrino de su hija nacida en enero): en definitiva, estaban las condiciones para poder entablar negociaciones con el Atlético de Madrid por el internacional español que tiene un contrato que vence en 2026 (renovado hace un mes). La lesión de Abraham, luego la ausencia de los millones para su fichaje lo pararon todo.