Vivieron durante cinco años en la oscuridad de operaciones de mercado incomprensibles. Pero su experiencia en la Roma está llegando a su fin: el 30 de junio expirarán simultáneamente los contratos de Ante Coric y William Bianda, pagados por un total de 12 millones por Monchi en el, tristemente, inolvidable verano del 2018, jugadores que la afición ni siquiera a llegado a conocer cuenta Roberto Maida en el Corriere dello Sport.
Para el club supone un ahorro en salarios de unos 3 millones brutos en la nomina de pago. Coric, que ahora tiene 26 años, fue presentado como un centrocampista talentoso, con un currículum digno en la Liga de Campeones en el Dinamo Zagreb y cierta experiencia en la selección (cuatro participaciones). Un influyente directivo del club de la época de Pallotta, tras la venta de Kevin Strootman al Marsella que se produjo cuando el campeonato que ya había comenzado, tranquilizó a todos diciendo que «tranquilos nos llevamos a Coric«.
Aquel directivo no podía imaginar que Coric solo jugaría 22 minutos en la Serie A. Más difícil aún de entender la trayectoria de William Bianda, un defensa francés nacido en 2000, al que Monchi compró de la segunda división por 6 millones más bonos que podrian llegar hasta los 12 o 15 millones. Había jugado ininterrumpidamente en el Lens, se había ganado la convocatoria de la Sub 19, pero de pronto se encontró jugando a regañadientes en el Primavera de Roma. Ni siquiera ha sido convocado para el primer equipo. Nunca, ni siquiera un banquillo como premio.
