Cuando hablamos de pasiones, es común encontrar diversas actividades que nos generan ese chispazo de felicidad que nos hace olvidar el futuro y nos da la sensación de que da igual lo que suceda, todo estará bien mientras sigamos disfrutando de lo nuestro. Seamos una persona apasionada o no, es inevitable sentir pasión cuando nos sentimos cómodos en lo que hacemos.
En mi caso desde muy pequeño descubrí la pasión en el fútbol, y a lo largo de los años esta se volvió mucho más específica cuando conocí a Universitario de Deportes -equipo de mi país- y posteriormente a la Roma, a la cual le he sido leal desde que decidí volverme giallorosso. Para todos aquellos romanistas, no es sorpresa decir que nuestro camino ha sido siempre complejo, y nuestro apego al club muchas veces complicado de explicar cuando nos toca aclarar que la Roma es grande por su historia, gente y garra, y no por tener muchos trofeos.
Esta última temporada resumió bastante bien estos tres factores de grandeza del club, estar a miles de kilómetros de distancia del olímpico no me impidió sentir el calor de los más de 60 mil hinchas que llenaban las gradas del estadio, ni me impidió disfrutar y celebrar a un Smalling certero en la defensa, ni a un Matic preciso en sus pases, tampoco a un Spinazzola explosivo en la banda y por supuesto no me impidió disfrutar de la «Joya», nuestra «Joya» Dybala haciendo goles muchas veces cuando el partido más lo necesitaba, cumpliendo absolutamente todas las expectativas puestas en él. La temporada 22 – 23, nos mostró como un equipo unido y con los objetivos claros es capaz de llegar lejos, las lesiones nos debilitaron bastante y en reiteradas oportunidades aprendimos que no siempre con poco se puede hacer mucho. También nos mostró que no todos llegan para sumar, que a veces no es suficiente con ponerle ganas y que así nos duela tenemos que aprender a dejar ir a aquellos que el destino no los quiso en nuestra familia, pero que igual se les deseará lo mejor en su futuro.
Pero sobre todo nos enseñó que no siempre los finales son felices, pero que estos significan un nuevo inicio para algo mejor.
No quiero dejar de lado el gran trabajo que se hizo no sólo con el primer equipo, sino que a nivel institucional la Roma ha conseguido objetivos importantes con el equipo femenino ganando la liga por primera vez en su historia, al igual que la Coppa Italia Primavera conseguida por aquellos que en unos años veremos jugando en la Serie A.
CLAVES PARA LA PRÓXIMA TEMPORADA:
Este período de traspasos será clave en la elaboración de un buen proyecto para la próxima temporada, con las últimas declaraciones y gestos, los romanistas podemos estar tranquilos con la permanencia de Dybala y Mou que son dos piezas fundamentales. La llegada de refuerzos, sobre todo en el medio campo y delantera, son esenciales de cara a la posible salida de algunos jugadores. La «loba» se mostró bien defensivamente, sin embargo el ver a Cristante retrocediendo como central nos muestra que los recambios son también urgentes en todo el equipo. Por lo que el desembolso de una buena cantidad de dinero es necesario en este verano. A nivel emocional y psicológico, el equipo hizo un buen trabajo en líneas generales, Mou y Pellegrini hicieron lo necesario para mantener al equipo unido y motivado, aunque sabemos que no siempre se logró al cien por ciento. De todas formas ver a un equipo cercano en los peores momentos y todos juntos al final de temporada, dio buenas sensaciones para el futuro.
Por último no me gustaría vivir con la presión de ganar la Europa League el próximo año, sin embargo toda la comunidad romanista -incluido los jugadores- empezaremos inevitablemente la próxima temprada con las ganas de revancha, ganar la Europa League es algo pendiente y definitivamente un subidón anímico y por supuesto económico muy necesario, pensando en una futura participación en la champions asegurada por supuesto no sólo por la Europa League, sino también por la liga o en le mejor de los casos la Copa Italia.
Finalmente, no quería dejar de lado a los que somos los pilares de todo esto. Los hinchas hicimos, hacemos y seguiremos haciendo un gran trabajo, porque ser romanista no es una moda, es un estilo de vida. Al equipo nunca se le abandona, pues estaremos #SiempreConLaRoma