Hay un vínculo curioso entre José Mourinho y los recogepelotas de los equipos en los que trabaja cuenta la redacción de ForzaRoma.info. Ayer, próximo al inicio del partido ante el Bayer Leverkusen, se escribió otro capítulo de esta simpática “historia de amor”. De hecho, la conversación entre el técnico portugués y Filippo Reale, joven promesa de la Primavera Giallorossi, al margen del campo de juego, no pasó desapercibida.
Los dos conversaron brevemente antes de reanudar sus respectivos roles durante el partido. Mou, como siempre, quiso tenerlo todo bajo control, y también colaboró en la gestión de los balones para que los recogepelotas los volvieran a poner en juego. Ciertamente no es la primera vez que esto sucede. Histórica es la escena de noviembre de 2019, cuando José estaba en el banquillo de los Spurs y con motivo del partido de Champions ante el Olimpiakos chocó los cinco con un joven ‘pelota’ por apurar el balón y permitir que el Tottenham metiera la pelota la red. Esa noche, la historia del joven Callum Hyne dio la vuelta al mundo.
El técnico portugués unos días después también lo llevó a almorzar con todo el equipo. Una manera de celebrar todos juntos, de hacer participar a todos. Futbolistas, aficionados, recogepelotas, todos parte de una gran familia. También el año pasado, en el partido contra el Vitesse en el Olímpico, hizo todo lo posible para proteger a uno de ellos tras algunas protestas de los jugadores contrarios. El entrenador de los giallorossi lo abrazó y lo alejó del apuro con él.
