Terremoto en el mundo del arbitraje del Calcio Italiano. Según informa la agencia de prensa ANSA, el fiscal de la FIGC abrió una investigación tras una denuncia del asistente de línea Pasquale De Meo contra el jefe de Can A y B, Gianluca Rocchi, y los árbitros Daniele Orsato y Paolo Valeri. El asistente había transmitido las críticas del árbitro observador del Milan-Empoli el pasado 7 de abril contra la alta dirección del AIA durante la presidencia del Trentalange.
Tras ese gesto de De Meo habría habido algunas tensos enfrentamientos con Rocchi, Orsato y Valeri. Un caso que se suma a los anteriores enfrentamientos entre De Meo y Valeri. Ahora el fiscal Giuseppe Chinè ha abierto un expediente sobre todo el asunto. La investigación de la fiscalía federal sobre el caso De Meo-Rocchi-Orsato, que parte de los informes originales del juez de línea, está motivada por dos denuncias separadas recibidas por la fiscalía de Chiné: por un lado la del comité nacional de la AIA y por otra el otro por el propio Rocchi. Sin embargo, la investigación de la fiscalía está en curso sobre las dos versiones.
Según informó ‘La Repubblica’ al final del Milan-Empoli, el 7 de abril, el observador arbitral Claudio Puglisi habría dicho ante el equipo arbitral formado por Marcenaro, Mondin, De Meo y Rapuano: «Este año siempre he trabajo en partido de series B y C… ¿Y sabes gracias a quién? Gracias a los amigos de Turín. Todo ello desde que están los amigos de Turín, desde hace ya dos años. ¿Esto les parece normal?”. El primer asistente de Apulia, Pasquale De Meo, habría informado de inmediato al órgano técnico Manganelli y al entonces vicepresidente AIA, Baglioni. Además De Meo habría tenido conversaciones, según la reconstrucción muy tormentosas, con Rocchi, el designador, y Orsato.
