Parecía una saludo de despedida el de este sábado entre José Mourinho y la Curva Sud tras la derrota ante el Inter. Un larguísimo aplauso del corazón de la afición gitana tras haber reunido al equipo en círculo. José dejó a un lado su espíritu combativo y sacó a relucir su sentir por un pueblo que nunca ha dejado de apoyarle: “Hemos perdido el partido y la gente lo ha entendido todo, ha entendido lo que somos”.
Un equipo diezmado por las lesiones, un club silencioso que no le «apoya’, jugadores que también pasarían apuros en otros escenarios menos importantes y directivos prácticamente ausentes. La gente entendió que José es un hombre que manda solo, que no tiene apoyo y que está librando una de las batallas más complicadas de su carrera contra las críticas feroces desde afuera y las murmuraciones injustificadas desde adentro. Está reaccionando lo mejor que puede: creando un vínculo sólido entre él, el equipo y la afición. “No estoy decepcionado con el comportamiento de la directiva. Estoy un poco cansado de hacer tanto, aquí soy más que un entrenador» dijo.
Un entrenador ejecutivo, una personalidad dominante en un club que no tiene, salvo en el presidente que, sin embargo, no tiene intención de reunirse con él por ahora cuenta Il Messaggero. “Es un nuevo momento en mi carrera. Cuando perdía un juego, era muy difícil para mí procesarlo. ahora estoy en un momento donde miro a los chicos con ternura y respeto. Les agradecí su esfuerzo. El esfuerzo de los cansados, de los que jugaron con una pierna o de los que jugaron con una costilla rota”.
Hoy es difícil especular sobre el futuro de Mourinho. El Special One lanzó ayer otras indirectas al club y se definió como «cansado» de ser más que un entrenador. Según Sky, la relación entre Mou y el club se está tambaleando ya que esperaba una propuesta de renovación tras la final de Tirana. La oferta de los Friedkins aún no ha llegado y el técnico pidió públicamente una reunión durante la temporada.
El periodista Gianluca Di Marzio habló sobre la situación de José: «No voy a poner la mano en el fuego por su permanencia en la Roma. De sus palabras vemos señales de sufrimiento, continuos dardos contra el club. Creo que es por la hecho de que la propuesta del club nunca llegó«.