Tras el derby capitalino entre la Lazio y la Roma del pasado domingo, que terminó 1-0 gracias al gol de Mattia Zaccagni, 3 hinchas de la Lazio fueron identificados y sancionados con Daspo (La principal medida preventiva es el Daspo, siglas que significan en italiano “prohibición de acceso a un evento deportivo”): uno de ellos vestía una camiseta con el número 88 y el nombre «Hitlerson», mientras que otros 2 hacían alarde de el gesto del saludo romano.
El club lazial, después de que las fuerzas policiales identificaran a los imputados, emitió un comunicado en el que decía estar a disposición de los investigadores, además de haber estigmatizado con firmeza el hecho. A continuación el comunicado del club.
«Durante el partido del domingo, Lazio-Roma, y en los días inmediatamente posteriores, se identificaron tres personas que tuvieron un comportamiento que no tiene nada que ver con el apoyo de los fanáticos y que manifiesta formas de discriminación y antisemitismo. Gracias a la colaboración entre Lazio Sports Club, su servicio de seguridad, los comisarios y las fuerzas del orden, también mediante el uso de las cámaras de vigilancia del Stadio Olimpico, una persona que vestía la camiseta con el número 88 con la inscripción «HITLERSON» y otras dos que hacían el gesto con ostentación del saludo romano Contra ellos, una vez finalizado el procedimiento administrativo de los órganos de seguridad y obtenida la autorización del Ministerio Público para proporcionar los datos personales de los tres sujetos, Lazio aplicará estrictamente el Código de Ética y ordenará la no apreciación por lo tanto la eliminación de por vida del estadio y comparecerá como parte civil para la reclamación de daños y perjuicios en el proceso penal que se siga».
De hecho la policía ya ha puesto nombre y apellido al aficionado de la Lazio que en la grada, el domingo durante, lució la camiseta de la vergüenza con la inscripción «Hitlerson» sobresaliendo con el número «88», es decir, el símbolo utilizado como saludo a Adolf Hitler. Es hombre alemán, identificado junto a otras dos personas inmortalizadas mientras hacía el saludo romano, contó La Repubblica. El hombre había entrado sin camisa, para luego ponérsela cuando tomó asiento en el estadio