La victoria de la Roma ante la Juventus hace dos días lleva en el ADN la impronta de José Mourinho, su carácter, su forma de concebir el fútbol y también sus ideas tácticas, escribe Massimo Cecchini en La Gazzetta dello Sport. Así nació la idea de quitar a Abraham para encomendar el ataque a Pellegrini en la posición de falso nueve en apoyo del único atacante de verdad que era Dybala, permitiendo así engrosar la mediana y no dejar demasiado la posesión del balón a los blanquinegros.
Ahora, de cara a los octavos de final de la Europa League ante la Real Sociedad, es razonable esperar nuevas soluciones. La protección brindada ha permitido que la defensa amarilla y roja sea la segunda menos goleada de Europa en partidos en casa tras la del Barcelona. El resto del cóctel fue estilo Mou, es decir, mucha experiencia. No es casualidad que el once inicial alineado ante la Juventus, con una media de edad de 29 y 81 años, fuera el más veterano desde julio de 2020. Los mayores de 30 años Rui Patricio, Smalling y Matic representaron el eje sobre el que construir una afición desde de Champions.
No se excluye que Karsdorp pueda recuperar su posición inicial. Es posible que Spinazzola pueda tomarse un respiro para dar paso a El Shaarawy. Finalmente, el regreso de Abraham no es en modo alguno una quimera. La Real Sociedad no es la Juventus y por eso, más que regates, será necesaria la búsqueda de profundidad y rápidos pases delante.
Entonces, si llega la ventaja pronto, el manejo del balón será fundamental para no correr riesgos, y en ese sentido Wijnaldum sería el hombre indicado para facilitárselo. Mourinho podría volver a sorprender. Porque es precisamente en las noches europeas cuando las ganas de confirmarse como el Special One se hacen mayores.
