La clave está allí: en la posible provocación recibida y en la investigación que adelanta el fiscal federal, Giuseppe Chiné, para determinarla. Pues bien, los elementos que van surgiendo autorizan a José Mourinho a esperar que esta mañana la Cámara de Apelaciones Deportivas presidida por Mario Luigi Torsello, emita un veredicto suspensivo contra la sentencia del juez deportivo, que le impuso dos días de inhabilitación. Lo que permitiría al técnico portugués sentarse mañana en el banquillo ante la Juventus.
El recurso de emergencia presentado por la Roma iba dirigido al cuarto árbitro Marco Serra que, según el Special One, lo habría provocado con frases irrespetuosas («Todo el mundo te está cogiendo por el c….: vete a casa»), que sin embargo Serra en la confrontación posterior al partido solicitada por el entrenador en presencia del árbitro Piccinini, negó haber dicho. La investigación de Chiné solo se cerrará la próxima semana porque al mosaico le faltan algunas piezas relacionadas con un posible audio nuevo.
Ayer se escucharon Serra y Piccinini. La sensación es que la evidencia recopilada hasta ahora sugiere que la provocación del cuarto árbitro realmente tuvo lugar cuenta La Gazzetta dello Sport. Esto podría dar lugar, por tanto, a una suspensión que sentaría jurisprudencia. Si el fiscal llega a la remisión de Serra, es probable que la temporada del árbitro termine de inmediato.
