Termina mal. Nicolò Zaniolo dice no al Bournemouth y la Roma está literalmente furiosa, incluso amenazando con medidas disciplinarias cuenta hoy La Gazzetta dello Sport. El atacante que esperaba vivir sus últimos días de amarillo y rojo, esos que le habrían abierto las puertas al Milan o al Tottenham -con el no al club inglés que le había preparado una oferta faraónica de 4,5 millones por temporada-. más que los que pedía Zaniolo a la Roma para la renovación -ahora se encuentra preso de sus fantasmas y, sobre todo, de un entorno que ya no lo ama, dentro y fuera de Trigoria.
La directiva considera inaceptable la actitud del jugador -que ayer también se negó a reunirse con los directivos del Bournemouth, que solo tuvieron contacto telefónico con su familia-, por lo que estudian medidas disciplinarias, que pueden ir desde una multa hasta la posibilidad de que entrene por separado, como hacen los marginadas Bianda y Coric. Irritación, pues, la directiva también la filtra al agente del jugador, que no pudo primero frenar la avalancha y luego gestionarla.
En definitiva, la situación se ha precipitado, sobre todo desde que Nicolò le dejó claro a Mourinho que no podía jugar ni aportar nada a la Roma por su deseo de marcharse. Así lo canibalizó ayer la reunión que se produjo en Roma entre Claudio Vigorelli, agente del jugador, y los emisarios del Bournemouth, que también acudieron a la capital para hablar con el agente de Viña.
La reunión de la tarde también duró la cena, en un momento se habló de insertar una cláusula en el contrato que preveía -en caso de descenso (el equipo es penúltimo)- el traspaso al mismo precio que la compra ( aproximadamente 30 millones, más 4 bonos y 10% sobre una futura reventa), pero la sensación es que todo se hizo con espíritu de cortesía, porque la negativa era segura. No es una cuestión de dinero, deja saber a la gente que está cerca de él, tanto que habría aceptado el mismo sueldo que recibe de la Roma, pero con un plan técnico, y el del Bournemouth -con su 4-4-2 en que dicen que le resultaría difícil encajar en la táctica- no le convence.
Ni que decir tiene que el rechazo a la empresa por parte del estadounidense Bill Foley, amigo de los Friedkins, irrita aún más a la directiva de los giallorossi. De hecho, la no venta no le permite al club la de ejecutar la política de «uno dentro, uno fuera» que debe ser el mantra después del «acuerdo de conciliación» con la UEFA. La Roma, de hecho, sabe que puede cerrar un acuerdo con Ziyech, pero la no salida de Nicolò bloquea por ahora la negociación. No es suficiente. Incluso la inclusión de Wijnaldum y Solbakken en la lista de la UEFA se está volviendo más compleja, pues según el club, el espacio dejado libre por Zaniolo habría facilitado la operación.
Entonces, ¿qué pasará a partir del 1 de febrero, cuando el mercado baje el telón de los sueños y esperanzas de todos? Que Zaniolo tendrá que hacer frente a una escalada para recuperar la confianza de todos. Incluidos los compañeros de vestuario a los que no les gustaba nada su forma de actuar.