La concentración en Portugal para preparar la reanudación de la temporada no empezó de la mejor manera. La Roma perdió su primer partido en el Algarve ante el Cádiz por 3-0, confirmando todas las limitaciones que le habían condicionado en la primera parte de la temporada.
El clima dentro de la estación de Sao Rafael Atlántico no es tan relajado como podría haber sido al llegar a Portugal, tras las palabras de ánimo de Mourinho antes de marcharse de Trigoria. El equipo sigue trabajando, Mourinho sigue estudiando nuevas jugadas para dar un revulsivo táctico y psicológico a los jugadores que defraudaron las expectativas en la primera parte de la temporada, el club está atrincherado en el silencio.
Cabeza abajo y trabajo, a pesar de la tensión en el aire de resultados que no están a la altura de las expectativas. Para Mourinho y para los Friedkins. Los propietarios esperaban que el equipo creciera después de ganar la Liga de la Conference, pero no sucedió hasta noviembre. La Champions está a tres cuerpos, en la Europa League de febrero hay que superar el play-off con el Salzburgo para seguir adelante.
El gerente general Tiago Pinto está en Portugal con el equipo. Es la persona de contacto de los Friedkins, es quien a la vez tiene que gestionar las necesidades de Mourinho, que muchas veces experimenta sentimientos de frustración por un equipo que no le permite luchar por lo más alto. En enero no podrá tener refuerzos, el equipo tiene unos límites que no son fáciles de corregir y que probablemente no podrá mejorar ni siquiera Solbakken, el único refuerzo seguro, que sólo podrá empezar a entrenar con su nuevos compañeros de equipo con el nuevo año.
La Roma también parecía perdida en el test del pasado viernes, sin ideas, pero sobre todo muy nerviosa. Véase la expulsión de Vina por la reacción sobre un rival. Mourinho quiere el máximo esfuerzo para evitar una segunda tontería ante el portugués Casa Pia, también quiere ver de inmediato progresos en su condición atlética, táctica y mental. Naturalmente el entrenador también está preocupado, necesita respuestas del equipo que aún no han llegado. Y es que, como se ha comentado, el club en la concentración blindada intenta evitar cualquier distracción a los jugadores, para que se concentren únicamente en los compromisos de la cancha.
