Buenas noticias para José Mourinho (pero también para Maurizio Sarri). Como se prometió, escribe Massimo Cecchini en La Gazzetta dello Sport, durante el parón por el Mundial continúan las intervenciones en el césped del Estadio Olímpico, que durante la primera parte de la temporada había suscitado frecuentes críticas por parte del técnico portugués.
El manto verde, de hecho, ha sido objeto de una serie de intervenciones relativas a la densidad y la fuerza. Para ello se han utilizado medios tecnológicos como fitolámparas (capaces de reproducir la luz solar), productos naturales, como aminoácidos vegetales y bioactivadores del desarrollo radicular, así como productos de nueva generación procedentes en gran parte del tratamiento de algas con sus biodinámicas. El césped se vigila continuamente para evitar la aparición de enfermedades relacionadas con el desarrollo de hongos. Además, se realizaron varias siembras aptas para desarrollarse y crecer bien incluso en invierno. No solo eso, se cambiaron por completo los dos terrones en las áreas pequeñas del portero, que muchas veces tenía varios problemas. En definitiva, las dificultades desde este punto de vista pueden haber quedado atrás, al menos al comienzo del nuevo año.
Es evidente, sin embargo, que jugar en los meses de invierno, así como los dobles compromisos semanales que pronto se reanudarán, dificultarán en ocasiones mantener el terreno de juego de la mejor forma posible, pero el compromiso de Deporte y Salud sigue siendo asegurar a Roma y Lazio las mejores condiciones posibles para desarrollar su juego.
