Campeones de la deuda, los dueños de la Serie A gastan en el mercado de fichajes y luego no quieren pagar impuestos cuenta este jueves el diario Il Fatto Quotidiano. Desde hace semanas los cluves italianos insisten al gobierno para que posponga pagos suspendidos en 2022 con la excusa del Covid. A la cabeza Claudio Lotito, ahora uno y tres, que en el Parlamento habla un poco como senador, un poco como presidente de la Lazio. Está pendiente un proyecto de ley de 500 millones de impuestos sobre el fútbol italiano que vence el 22 de diciembre y afecta a casi todos los clubes, pero no a todos de la misma manera.
A la cabeza de la lista de la deuda fiscal entre los clubes de la Serie A está el Inter, que en 2022 no pagó el Irpef y aportaciones que rondan los 50 millones. En segundo lugar con 40 millones esta Lazio, seguido de la Roma (38). La Juventus ronda los 30, el Napoli más abajo con unos 25, la Fiorentina con 15, mientras que el Milan es el más relajado de los grandes, con solo 10 millones. Las garantías de varios equipos se filtran en el ambiente: la Roma, por ejemplo, ya apartó el dinero para pagar de inmediato, la Fiorentina también está en contra del aplazamiento
Los dueños están llorando de miseria, alegando que en marzo les prometieron un aplazamiento (pero no está claro por quién). La FIGC había propuesto un abono sencillo, conociendo a sus gallinas. En cambio, se han suspendido los pagos, y en los últimos meses casi nadie ha apartado el dinero: estaban convencidos de que iban a conseguir la prórroga.
El ministro del deporte italiano Abodi también lo había concedido pero luego cambió de opinión: para posponerlo, había que encontrar la cobertura. Casi mil millones (hay otros 300 millones que datan de años anteriores) para la Serie A: impresentable en tiempos de crisis.
