La agenda de Tiago Pinto está llena de plazos y cumplimientos, no habrá descanso para el director general que, recién llegado de Japón, solo tendrá unos días para descansar según cuenta este miércoles Corriere dello Sport. En orden de importancia, está el asunto Karsdorp por resolver (está prevista una reunión con el agente para los próximos días), gestionar la frustración de Mourinho que quisiera algunos refuerzos en enero, abordar el tema de las renovaciones, empezando por Zaniolo e intentando colocar algunos jugadores al margen.
Al técnico le gustaría mejorar la plantilla, empezando por la llegada de otro central, el cual viene pidiendo desde verano. El único recambio de los tres titulares es Kumbulla y aparte de Smalling los otros dos titulares, Mancini e Ibáñez, no siempre han dado garantías. Ha llegado un refuerzo, Solbakken, pero la Roma tendría otras prioridades, un defensa y centrocampista de calidad. La Roma no puede gastar si antes no hay una venta importante y la hipótesis de que el único refuerzo quede es Solbakken no es tan remota.
Capítulo de renovaciones. La de Cristante está prácticamente hecha, solo falta la firma y anunciarlo. Por otro lado se sigue trabajando en la de Zaniolo. La Roma ha manifestado su intención de ampliar contrato pero aún no hay un acuerdo concreta: se sigue trabajando, pero el apretón de manos aún está lejos. El resto de temas no son prioritarios para la Roma, ni siquiera la renovación con adecuación salarial para Zalewski. El Shaarawy, Matic, Belotti (que tiene opción renovación a base de partidos jugados) expirarán en junio, así como los prestamos de Wijnaldum y Camara, que están cedidos con derecho a compra. Nadie tiene la seguridad de quedarse.
El director general y Mourinho tendrán entonces que enfrentarse al espinoso asunto relacionado con Karsdorp en las últimas semanas. También se espera al jugador en Trigoria dentro de once días, cuando se reanuden los entrenamientos. Pinto está trabajando para encontrar alojamiento para el jugador: hay intereses de Francia y Paises Bajos, así como de Turquía, pero con la condición de que no sean un prestamo.