El rostro de José Mourinho parecía ayer un campo de batalla de sensaciones. Ver el empate 3-3 que se dio en el partido contra el Yokohama Marinos -campeón de Japón- desde el banquillo pareció desencadenar diferentes estados de ánimo en él.
Ni que decir tiene que, aparte de la melancólica actuación de un desafortunado Svilar, Tammy Abraham estuvo entre las notas más negativas del amistoso. Si es cierto que los delanteros viven de emociones y certezas friables, los dos amistosos nipones fueron un escalón más de su calvario otoñal.
Inútil, desde luego, pero lo justo para no hacer sufrir de nostalgia a los aficionados al fútbol inglés, que lo vieron evaporarse en pocas semanas de la convocatoria para el Mundial. Redescubrir el sabor del gol le habría hecho bien al propio Abraham, además de devolverle la confianza a los fanáticos de Giallorossi.
El hecho de que la Roma tenga solo el décimo ataque de la Serie A no es solo fruto de la casualidad. A excepción de Dybala, que ya lleva 5 goles, todos los demás están por debajo del salario mínimo de las esperanzas, dado que Abraham está parado en 3 goles, Zaniolo y El Shaarawy 1, finalmente Belotti y Shomurodov cero.
A estas alturas, si Mourinho y la Roma no consiguen revivirle, podría ser posible una despedida al final de la temporada según La Gazzetta dello Sport. Aunque parece poco probable que el Chlesea, que tiene una cláusula de recompra de 80 millones, quiera gastarlos, lo bueno es que el delantero centro de la Premier League sigue teniendo mercado.
De hecho, por otro lado y según el portal especializado Calciomercato.com apunta que el 9 de la Roma ya no sería intransferible, y la Premier League podría volver a llamar a su puerta. El Aston Villa le seguiría la pista, difícilmente el Chelsea se decida a ejercer la cláusula de recompra si no cambia la situación de su estado de forma de aqui al final de temporada.