Paulo Dybala está de regreso sano y salvo y también fue inmortalizado sonriendo en más de una selfie con la afición. El argentino aterrizó a las 6.45 de esta mañana en Fiumicino con un avión de Nueva York a Roma.
No fue un vuelo chárter con Messi a París o con Lautaro en Milán entonces, sino un vuelo directo que llevó a la Joya a la capital italiana después de los 10 días que pasó en EE.UU con la selección que tanto debate causó. Dybala no jugó ni 1 minuto ante Honduras y Jamaica, pero se entrenó en grupo y no parece tener más problemas en el flexor izquierdo que en la previa al Atalanta.
Ha su llegada fue evaluado por los médicos de la Roma, y realizó un entrenamiento ligero e individual en Trigoria y mañana hará el entrenamiento completo unas horas antes de partir hacia Milán.
Allí espera el Inter, de hecho lleva meses esperando este desafío. Mourinho espera tenerlo desde el primer minuto para desplegar finalmente el trío que completan Zaniolo y Abraham.