Nicolò Zaniolo ya no hace nada para ocultar su estado de ánimo, saliendo a la luz con comportamientos y elecciones que no hacen más que confirmar su deseo de cambiar de aires, eliminando con fuerza cualquier tipo de brecha que conduzca a la renovación. Según informa Andrea Di Carlo en La Repubblica, la Roma de Mourinho se entrenó hoy en Trigoria, en la última sesión prevista en Trigoria, antes de partir hacia el campo de entrenamiento de Albufeira en Portugal (salida a las 15:00 horas).
Tras volver ayer a los entrenamientos, deshaciéndose así por completo del problema de la lumbalgia, que le había puesto en la tesitura de tener que perderse el primer amistoso con el Trastevere, hoy llega la ausencia que nadie esperaba. Habría optado por propia iniciativa no participar en la sesión, comunicándolo directamente al cuerpo técnico.
Un signo inequívoco de ruptura. Un problema de gestión que Mourinho hubiera evitado con gusto, una situación que el número 22 no hubiera querido vivir, perpetuamente esperando que llegaran señales de Turín. Pero de momento no ha llegado ninguna oferta a Trigoria, con los bianconeri enfrascados en la venta de De Ligt.
