El hielo habría surgido entre la Roma y Zaniolo, protagonista de una larga entrevista en el semanario Sportweek de la Gazzetta dello Sport, en la que el atacante habla (mucho) de su vida privada, pero también de su futuro, que puede estar lejos del capital, escribe Gianluca Piacentini en el Corriere della Sera. Todo ello en un momento crucial de su aventura romanista, con un contrato que vence en 2024 y pendiente de renovación o, en su defecto, de venta.
Las palabras de Nicolò no agradaron a la Roma, y mucho menos a la afición que, tras su celebración en el autobús durante las fiestas por la victoria de la Conference, no esperaban una apertura tan clara hacia la Juventus y (sobre todo) el Milan. «El interés de los grandes equipos –uno de los pasajes ‘acusados’- me hace feliz. Esto no me distrae, entreno aún más motivado para demostrar que es correcto estar asociado con estos clubes top. Si me fuera de Roma, echaría de menos a mucha gente, no sólo a Abraham».
Sobre Dybala: “Me parece excesivo que me comparen con él, que es único. La vida es impredecible, nunca sabes lo que pasa”.
Unas declaraciones que se suceden unos días después de las de su agente Vigorelli («El interés del Milan sería una gran noticia»), que encontrara a Pinto en los próximos días. Si el agente presenta ofertas satisfactorias, la Roma, que valora al jugador en al menos 50 millones, las tendrá en cuenta; así como Vigorelli escuchará la propuesta de renovación del club. Si no se llega a un acuerdo seguirá en la situación actual, con el riesgo de un punto muerto de separados en casa que nadie, Mourinho primero, quiere.
