Es un partido real, una especie de punto de partido para Europa. Pero también es un partido fuera de casa que se produce cuatro días después de una agotadora semifinal, en la que los jugadores desafiaron sus límites físicos.
¿Qué Roma veremos entonces en Florencia? Es muy pronto para decirlo, porque incluso ayer los titulares entrenaron levemente para recuperar energías. Pero la sensación es que Mourinho no repetirá la estrategia que utilizó por necesidad ante el Bologna: habrá algunos cambios, algunos ajustes, pero no una rotación de seis hombres según cuenta Corriere dello Sport.
Las novedades podrían ser, por tanto, tres: Kumbulla en defensa, probablemente en lugar de Ibáñez que salió magullado el jueves ante el Leicester. En el centro del campo, puede tener una nueva oportunidad Veretout, que muchas veces ha defraudado pero la otra noche entró al partido con el espíritu adecuado merecedor de los elogios de Mourinho: podría ser el que apoye a Sergio Oliveira, reportado en fuerte marcha atlética, con un poco descanso concedido a Cristante. Por cierto, Veretout es un exjugador y ya marcó 4 goles a la Fiorentina, incluidos 2 en el partido de ida de este campeonato. El tercer compromiso debería ser en ataque, con El Shaarawy favorecido sobre Félix para completar el tridente de ataque con Abraham y Pellegrini, también cansados pero insustituibles para la Roma en un partido directo.
«Tenemos que pensar sólo en la Fiorentina», aclaró Mourinho ante el temor de una bajada de tensión. Repetirá el mismo concepto al equipo, que forma parte de su mentalidad: nunca desconectar, para asegurar un final de temporada más despreocupado. La Roma intentará complacerle, aunque el grupo esté agotado: en el Franchi vivirá el partido 52 de la temporada. El 25 de mayo en Tirana alcanzará los 55, con diferencia el récord italiano: Atalanta cerrará en 50, Juventus e Inter en 49.