La Roma volvió inmediatamente a los entrenamientos desde el lunes, con la decepción del empate ante el Bologna. La carrera por un puesto en la Europa League para la próxima temporada liguera se complicó a falta de tres jornadas para el final. Por eso Mourinho había previsto los peligros de ese partido, que se enfrentaría inevitablemente a una pérdida de balón masiva.
Para el jueves, ante el desafío que vale una temporada, no habrá sorpresas, el Special One tendrá que lidiar con una ausencia importante en la ida, la de Mkhitaryan, en su lugar estará Oliveira.
Los Friedkins tienen muchas ganas de este trofeo, hay mucha ilusión en Trigoria, este lunes de hecho Ryan y Corbin, los dos hijos del presidente Dan, asistieron al entrenamiento en Trigoria observando con atención la sesión de trabajo desde la grada. Mourinho contagia a todos, los propietarios estadounidenses están emocionados con la idea de ir a Tirana según los reportes de Corriere dello Sport.