Aitor Karanka, ex segundo entrenador de Mourinho de 2010 a 2013 en la época del Real Madrid, concedió una larga entrevista al diario español AS, en la que habló de su experiencia con el Special One. Aquí un extracto de sus declaraciones: “Fui parte del cuerpo técnico de la selección española y poder trabajar con Vicente del Bosque y Fernando Hierro fue una experiencia increíble. Tuve la suerte de que me contactara José Mourinho. Me encontré en el banquillo del Real Madrid con el mejor entrenador del mundo».
¿Se puede saber ya quién le apadrinó en el Real Madrid para que Valdano llamara a Hierro y le dijera que Mourinho le quería en su cuerpo técnico como asistente? Porque usted no conocía a Mourinho de nada.
“No lo conocía de nada. Cuando me llamó Fernando pensé que estaba bromeando y le dije que no bebiera whisky por las mañanas… Pensé que era una broma. Cuando nos encontramos un día Mourinho me dijo que siempre le ha gustado tener en su plantilla a un exjugador del club y al que le presentaban una lista de ‘ex’ con carné de entrenador, empezó a preguntar a gente de su confianza y en mi caso preguntó a Mijatovic, Seedorf y Figo y todos hablaron muy bien de mí. Me dijo que debía estar orgulloso de tener tan buenos amigos».
Un ex futbolista con tres Champions League, ¿se dio cuenta cuando empezó a trabajar con Mourinho que no había sido un futbolista de élite ni tenía las ideas tan claras, gestionaba tan bien sus entrenamientos, que ese posible desnivel no se notó en ningún momento?
“Una vez me pidió que le diera consejos en lo que podía mejorar, precisamente porque yo ya sabía todo sobre el club. Me pidió que le dijera detalles en lo que podía mejorar y lo que le dije es que me gustaría ser su jugador. … un entrenador que tiene todo bajo control: entrenamiento, organización, rivales… todo lo que puedas imaginar. Cuando tienes un entrenador así, realmente no importa si fue un jugador top o no. Lo que el jugador quiere es tener un entrenador que sepa, que tenga esa personalidad y te convenza de lo que tienes que hacer». […]
Permanecer con Mourinho diariamente durante tres años equivale a asistir a muchos cursos de aprendizaje.
“Con su staff intentaba ser una esponja. Cada segundo era una experiencia. Era como un maestro pagado. Y también en el Real Madrid».
