«¡Basta! Del 3-1 de la Roma al 4-3 de la Juventus. No seguiré más el fútbol. Es oficial, ya no sigo el fútbol. ¿Prometes no animar más al fútbol? Sí». Así comienza y termina la tierna carta de un niño que ha sido herido en sus sentimientos más profundos, por su equipo favorito, por sus favoritos jugadores que ve con los ojos de quienes algún día quisieran ser como ellos. Unas pocas líneas, pero dirigidas como dardos al centro del corazón para una carta que se escribió pocas horas después de la dura derrota de la Roma en el Olímpico ante la Juventus.
Su decepción la escribió en blanco y negro el pequeño hincha de la Roma Samuele, cuya carta acabó luego en las redes y pronto se hizo viral por su ternura y espontaneidad. «Deporte favorito: baloncesto» y luego «Es oficial: ya no sigo más el fútbol». La decepción de ver su Roma sucumbir de esa manera dio pie al joven Samuele acabar con el deporte que siempre ha amado y seguido cada vez más.
Pero ahora, el pequeño ha renovado su contrato de pasión por la Roma. Este viernes fue día de ensueño para el jovencísimo hincha, que tan decepcionado quedó después del partido de aquel 9 de enero que le tentó a abandonar el fútbol y la Roma. Para ello el conjunto capitalino le invitó al Fulvio Bernardini a «reparar» esa relación que a decir verdad ya a la mañana siguiente ya estaba restaurada.
El mediado fue el capitán, Lorenzo Pellegrini, quien en el contexto de la iniciativa apoyada por Hyundai, fue el anfitrión con el niño: «Nunca pensé seriamente en dejar de seguir el fútbol o la Roma«, dice Samuele, sentado como lo hace todas las semanas Mourinho en la sala de conferencias. “Renuevo de por vida, porque es un sueño”, escribe en el contrato. «Mira… -comenta Lorenzo Pellegrini, sentado a su lado- de los momentos más difíciles de la vida como en el fútbol sales más fuerte, amas más, apoyas más».
Una explicación «paternal», la del capitán, al pequeño hincha de la Roma que recibió como regalo la camiseta del siete, que dijo a Samuele tras la «renovación»: «Tengo que cambiar el número ahora que me lo has quitado… «, rozas). Y todos viven romanos y felices.