La defensa es a menudo la mejor ofensiva. Para Mourinho, este razonamiento es más válido en el campo que en la vida, donde el Special One ciertamente no se atrinchera detrás de clichés como algunos de sus predecesores, escribe Francesco Balzani en el diario Leggo. Tras la ofensiva, que arrasó y envió a la grada a parte del equipo humillado en Bodo, llegó la defensa de Mou y de parte de la Roma, de esos «senadores» que cree ciegamente en él.
Y estos los demostraron en el campo jugando un partido táctico, y casi perfecto contra el Napoli el último domingo. Y los pesos pesados del vestuario confirmaron también con palabras justo antes del partido. De hecho, en Trigoria se produjeron varios cara cara. Algunos con Mancini, Cristante y Pellegrini quienes apoyan de lleno la línea de trabajo de Mourinho, asegurando una lealtad extrema del grupo titular.
Como hicieron los líderes de aquel vestuario del Inter en 2009 tras el 3-0 sufrido ante la Sampdoria. También en aquella ocasión, el portugués había «dividido» al equipo en dos. No solo con palabras de los tres capitanes que lo dieron todo en el campo. Una actitud del agrado de los Friedkin dispuesto a ayudar en el mercado.