La última vez que la Roma concedió menos de dos goles en sus primeros cuatro partidos en el banquillo estaba Rudi García. Era la temporada 2014/2015, la defensa de Giallorossi ese año solo recogió un gol, de la mano del CSKA Moscú, en el partido de debut en la Champions League que la Roma ganó con un claro 5-1.
En temporadas posteriores, sin embargo, los goles encajados siempre han sido de al menos tres. En el primer año de Fonseca – 2019/2020 – hubo incluso 6 (3 de Génova, 1 de Lazio en el derby de la segunda jornada y 2 de Sassuolo, próximo rival de los Giallorossi). Mientras que en 2020/2021 la Roma mejoró al encajar solo 4 goles contra la Juve, un doblete de CR7 y Benevento. Esta temporada la defensa de Giallorossi fue batida una vez por Trabzospor, en la ida de los playoffs de Conferencia, y por la Fiorentina que, en el primer partido liguero, que logró encontrar el empate momentáneo con Milenkovic.
Mourinho tras su llegada a la capital había identificado a Mancini y Smalling como las dos piedras angulares sobre las que construir el escudo de Giallorossi. Pero la lesión del central inglés obligó al portugués a cambiar de dirección optando por Ibáñez. El brasileño estuvo listo y brindó buenas actuaciones