Incluso Triestina, al margen de un amistoso banal, pudo conocer a José Mourinho. Quien en público se mostró decepcionado con el comportamiento de Nicolò Zaniolo, visiblemente desconcertado por la férrea marca del uruguayo Walter López durante el partido en el Nereo Rocco, según cuenta Roberto Maida en el Corriere dello Sport.
En en privado, José encaró a sus oponentes, exigiendo respeto por su jugador. Zaniolo, que estuvo presente para la aclaración, agradeció la intervención de su líder de equipo. Con el lateral contrario, Zaniolo ya se había agarrado en los primeros minutos, por la banda, porque López le reprochaba «estar siempre en el suelo». Al final del partido, el uruguayo, que acababa de llegar a Trieste procedente de Salerno, restó importancia al episodio («cosas que pasan en el campo, no pasó nada») pero para Mourinho la cuestión merecía un mayor estudio.
El técnico lusitano buscaba respeto y cuidar a un jugador que puede ser clave en su esquema y que además viene de una larga lesión de ligamentos. Mou como siempre da la cara por sus jugadores y lucha por su equipo.