Carles Pérez arrancó la pretemporada a lo grande con una nueva melena que no pasa desapercibida escribe Luca Scalia en el Corriere dello Sport. El español quiere emerger, ser reconocido de todas las formas posibles. En los dos primeros amistosos se mostró con goles, buena definición y jugadas contundentes.
Contra Montecatini tardó 9 minutos en marcar el primer gol de la temporada de la Roma con una especie de penalti en movimiento que se creó con una pausa complicada. Contra Ternana tardó 10 minutos en firmar el 1-0 con una cuchara estilo Totti. Pérez recibió el primer impulso de confianza cuando se dio cuenta de que volvía al proyecto de Mourinho y Tiago Pinto.
Luego de su mala pasada temporada sin duda corría el riesgo de acabar entre los despidos, pero el asturiano recibió la estima de todo el entorno. Y de momento ha dado sus frutos mostrando destellos de clase, esos que le permitieron quedarse muchos años en la cantera de Barcelona. Mourinho tiene la tarea de hacerle dar el salto definitivo de calidad y transformarlo de una promesa a un recurso precioso y decisivo para el equipo.
Pérez ha impresionado a Mourinho en el inicio de los entrenamientos de pretemporada y el técnico está satisfecho con el esfuerzo que ha mostrado el joven tanto en los entrenamientos como en los dos amistosos ante Montecatini y Ternana: 3 goles en dos partidos para el español que ahora espera estar en la rotación habitual durante la temporada.
