Hubo un momento en que la Roma miró de cerca al Ajax. Y no solo para ver si existía la posibilidad de fichar sus talentos, sino también para seguir el ejemplo de un modelo que siempre ha sido ganador.
Fue la primera Roma americana, aquella de DiBenedetto y Luis Enrique, con el triunvirato de directivos formado por Baldini, Fenucci y Sabatini, escribe Andrea Pugliese en La Gazzetta dello Sport. La idea era, de hecho, crear una idea y sintonía en la institución, haciendo que todos los equipos de la Roma y a todos los niveles jugaran de la misma manera y con él mismos esquema: 4-3-3, la forma y el esquema deseado por el propio Luis Enrique.
«Entonces la esperanza es que en unos años empecemos a hablar del modelo Roma y ya no solo del modelo Ajax», dijo Luis Enrique, quien fue de alguna manera el impulsor de ese proyecto. Sin embargo, Lucho solo duró una temporada y esa idea de convertir a la Roma en un alter ego del Ajax se desvaneció. Pero la Roma siempre ha producido muchos jóvenes talentos, gracias sobre todo a la experiencia de Bruno Conti.